Lo Molí es un pequeño restaurante familiar de Calaceite situado en lo que antiguamente era un molino de aceite (haciendo honor al nombre de la localidad)
El exterior y el interior no llaman demasiado la atención, pues podemos pensar que se trata de un bar sin más. Sin embargo, su carta es original y variada, y el espacio, muy acogedor.
Elaboran platos riquísimos, diferentes y muy bien presentados que conquistaron nuestro paladar. Cuentan con pocas opciones para vegetarianos pero se adaptan perfectamente a la petición.
Lo que más nos gustó fue el trato tan cercano e inmejorable, además de un servicio rapidísimo. Pero lo mejor de todo es que ¡permiten mascotas! Así que no tenéis excusa para no ir a saborearlo.
Para comenzar recomendamos un surtido de croquetas (6€), el canelón de ternasco o la ensalada tibia de boletus, guindilla y foie (8€), ¡una elaboración para chuparse los dedos! En cuanto a los segundos, apostamos por el chuletón de vaca, las codornices en escabeche (9€) o huevo a baja temperatura con crema de patata y verduras salteadas (una delicia)
Como podéis ver, la relación calidad-precio es inmejorable; elaboraciones originales por un precio digno de saborear.
Para terminar, cualquier postre casero es un acierto, pero si sois amantes del coco, os recomendamos sin duda el flan de coco, ¡buenísimo!